La primera entrega se trata de una crítica en cuanto a los sistemas políticos existentes en México, asi como la influencia de lo que el autor llama "oferta al bolsillo"; si nos damos cuenta, este artículo encaja perfectamente en la situación actual del país y creemos sería bueno tomar como referencia el siguiente para poder tomar decisiones, no por lo que nos ofrezcan, sino por la ideología y propuestas que nos muestran.
Sin más, te dejamos esto, esperando tu opinión.
México: Izquierda o derecha
Por Marcos Bucio
Fuente: Noroeste.com (tomada de la siguiente página: http://www.centropolitico.org/centro_digital/articulos/2006/septiembre/mexico_izquierda_derecha.html
El lenguaje es el instrumento de las ideas.
Dice la teoría electoral norteamericana que la ideología como razón del voto de los ciudadanos, poco a poco se ha vuelto un mito y que hoy día el elector es más influido en su decisión por propuestas, de mejoría en su nivel de vida y el de su familia, es decir, basada en una "oferta al bolsillo". Recordemos que William Jefferson Clinton ganó la elección a Presidente de los Estados Unidos, en 1993 entre otras cosas, por proponer reducir el precio de la gasolina a los votantes.
Se puede votar por costumbres, estilo de vida o aspiraciones específicas. De esta manera, un ama de casa afligida por la inseguridad puede votar por un candidato que le inspire protección y que la convenza de que resolverá el problema. Habrá otro elector que va a votar por valores, lo hará en contra del candidato que lo preceda en fama de corrupción, sin importarle conocer quién es el candidato beneficiario de su voto, mucho menos si es de izquierda o derecha. Habrá otros candidatos que votarán por una "oferta al bolsillo" y los menos que votarán por un conocimiento pleno de ideologías políticas.
Seguramente los maestros del marketing electoral han comprobado que en su país cada vez se vota menos por ideologías, esto se explica porque en Estados Unidos no hay disputa ideológica importante, pareciera que siempre ha estado prohibido mencionar la palabra izquierda; el socialismo era y es satánico para el imperio. Las elecciones se deciden entre simpatizantes de la derecha Republicana y la derecha Demócrata.
En México esa hipótesis no aplica del todo. Por lo que nos seguimos preguntando ¿la gente vota por ideologías?
¿Acaso la gente de escasos recursos, que votó por el PRD tenía información suficiente sobre el socialismo?, ¿conoce la diferencia entre mayor intervención del Estado en una economía de mercado?, ¿votó por un México liberal y estatista? o ¿la gente votó por la propuesta de mejoría directa a los salarios, sin importar cómo podría la economía mexicana sostener tal propuesta?
¿Acaso la gente que votó por el PAN votó por una ideología de derecha? ¿Tiene información suficiente sobre lo que significa un México conservador y capitalista? ¿O votó por mantener el nivel de vida actual, decidiendo por una economía fuerte basada en la generación de empleo?, ¿influyó ser católico, empresario o comerciante su voto por Acción Nacional? ¿Cuánta gente votó por los valores familiares de Felipe Calderón?
Para contestar las interrogantes se necesita acudir a la investigación. ¿Qué piensa el votante, qué valores tiene, qué costumbres practica?; y obtendremos las respuestas.
Los datos de la Quinta Encuesta Mundial de Valores realizada en diciembre de 2005, por el periódico Reforma, comprende entrevistas a 1,560 mexicanos en edad de votar. El análisis determina que al elector lo influyen los valores familiares y sociales en la decisión del voto, por encima de las ideologías.En México existe un cocktail de valores, costumbres y circunstancias que tiene que ver con el voto y que incluye el lugar de la República dónde vive, su origen étnico y, entre otras cosas, las características del grupo social al que pertenece.Investigar al electorado es escudriñar acerca de su filiación partidista, religiosa o social.
Debemos conocer qué clase de trabajo desarrolla el elector, qué estudios tiene, si practica alguna religión o no. La situación económica de este y del medio donde se desarrolla determina su actitud ante uno u otro candidato, sin que ello implique necesariamente una identificación ideológica informada.Debemos analizar si vive en el área urbana o rural, qué patrones de consumo de medios lo influyen, si ve televisión o lee periódicos, y más detalladamente ¿qué ve en televisión y cómo es su apego a las costumbres y tradiciones locales con referencia a las nacionales?
Otros aspectos que no debemos perder de vista son la confianza que el ciudadano tiene a sus instituciones y a la democracia, si tolera a las minorías indígenas, cómo percibe a las clases sociales y en qué estrato de la población se identifica: rico, media o pobre.
De esta manera leeremos durante el proceso electoral y antes de la jornada una serie de aspectos que determinarán los temas a tratar por el candidato y cómo manejarlos para orientar, reafirmar, neutralizar o reconvertir esos elementos que constituyen la decisión en la urna. Pero sobre todo, puede enviar un mensaje específico a un público específico y en este sentido puede haber muchos mensajes, cada uno dirigido a cada segmento de público. Es así, como en la elección pasada fue más fuerte el mensaje "Presidente del Empleo", que "Primero los pobres". La gente prefiere empleo, para que su familia viva con dignidad, a una propuesta de vivir a base de dádivas.
Lo más importante de una campaña electoral es la estrategia, que son las acciones o tareas específicas necesarias para conseguir el objetivo final, ganar la elección.
Una adecuada planeación de la estrategia electoral, puede hacer que en poco tiempo, lo que dura un proceso electoral, un candidato prácticamente desconocido entre a todo el universo ciudadano, pueda situarse por encima del favorito y ganarle, como ha ocurrido en los procesos electorales federales del 2000 y del 2006.
miércoles, 8 de julio de 2009
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